¿Quién no quisiera contar con su vivienda propia? Ser dueño de un inmueble es un sueño de muchas personas, pero a la hora de invertir en un inmueble, la inversión es de un monto considerable y de tal inversión dependerá el estilo de vida de su propietario en los próximos años. Y muchas de las dudas de los futuros propietarios pasan por decidir si su futuro inmueble será una casa o un departamento. 

1) Fácil mantenimiento de los espacios propios

Un departamento, independientemente de su cantidad de habitaciones, siempre significa menor espacio en comparativa a un inmueble de la misma cantidad de habitaciones. Y ser más pequeño implica una facilidad mayor a la hora de mantener los espacios.

Al ser más pequeños los espacios, la cantidad de artefactos necesarios para habitarlos es también menor y eso conlleva, obviamente, un tiempo de mantenimiento menor. Al mismo tiempo, tareas básicas como la limpieza se simplifican enormemente.

 

2) Amenities para un estilo de vida distinguido

Todos los edificios modernos cuentan con amenities que dan un valor agregado al emprendimiento y permiten un estilo de vida más difícil de lograr en cualquier otro inmueble que no sea un departamento.

Otrora inimaginable, jacuzzis en terrazas, asadores comunes, espacios de solárium, salones de usos múltiples y hasta gimnasios privados hacen que la vida cotidiana sea un placer. Para algunas personas puede que el hecho de que los amenities sean compartidos configure una desventaja; pero siempre es mejor compartir un estilo de vida distinguido a no contar con dicho estilo de vida en absoluto.

 

3) Espacios comunes sin necesidad de mantenimiento de los propietarios

Y si hablamos de amenities y espacios comunes, además de la ventaja de contar con ellos, está el mantenimiento de los mismos. Y la buena noticia para los propietarios de los departamentos es que no deberán realizar ellos mismos el mantenimiento de los mismos. Esto libera cargas y tiempos de trabajos, pero sí encarecen un poco el costo de vida, debido a que el mantenimiento lo realizan otras personas contratadas por el consorcio del edificio; personas a las cuales se les retribuye económicamente mediante un costo mensual común para todos los residentes del propio edificio.

 

4) Seguridad las 24 horas

Un edificio consiste de un conjunto determinado de departamentos, lo que deduce que habrá muchas personas residiendo en un espacio reducido y compartido. De ello se sigue que, los edificios modernos, cuentan con seguridad en su acceso las 24 horas que dan una ventaja especial ante otro tipo de residencias. Y en las grandes ciudades, la seguridad se convierte en un valor primordial para la vida cotidiana.

Además, vivir en un espacio con vecinos tan cercanos, también genera una solidaridad entre colindantes que dá aún mayor seguridad. Es mucho más difícil ser víctimas de inseguridad en un edificio donde se es un residente más entre tantos, que en otros inmuebles más individualistas.

 

5) Ubicación

Los edificios están emplazados en las grandes ciudades. Y se podría afirmar con seguridad que al mismo tiempo están emplazados en ubicaciones céntricas o privilegiadas de la propia ciudad. Por eso, la vida en un departamento es mucho más fácil, ya que permite ahorrar tiempos en las distancias de traslados.

Cuanto más céntrica la ubicación de un departamento, mayores facilidades habrá en la vida cotidiana. Se puede afirmar esto gracias al hecho de que los comercios se aglutinan desde el centro de la ciudad hacia la periferia, lo que da lugar a la posibilidad de tener a mano cualquier negocio que pueda resolver alguna necesidad puntual a sólo pasos del departamento de residencia.

 

6) Facilidad para la venta o alquiler

Gracias a la gran cantidad de ventajas de vivir en un departamento, dentro de las cuales tal vez la más importante sea la ubicación, es sencillo transferir la titularidad de la propiedad a cambio de su valor monetario; o transferir su posesión a un tercero a cambio de una renta mensual.

De esta manera, invertir en un departamento siempre es una opción interesante y atractiva que puede permitir catapultar el capital propio o aumentarlo. Tanto por el paso del tiempo como por una renta económica. Y dentro de esta ventaja, es imposible dejar de mencionar el detalle de que el capital invertido nunca se deprecia sino que siempre, como mínimo, conserva (y aumenta) su valor a lo largo del tiempo.

 

7) Vistas panorámicas de la ciudad

Obvia ventaja de vivir en altura es las postales panorámicas que podemos disfrutar durante el transcurso del dia. Esto, siempre y cuando la ubicación del edificio y del departamento lo permitan. De todas maneras, aún cuando la ubicación y orientación del departamento dificulten las vistas, en los modernos edificios siempre existe la posibilidad de acceder a la terraza y desde allí sí poder tener el placer de la vista de la ciudad.

Interesa destacar que este beneficio de vivir en un departamento es de carácter sobre todo emocional. ¿Quién no se conmueve ante un ocaso en la ciudad? ¿A quién no le gusta disfrutar de un momento de contemplación de las estrellas en una noche de verano? La belleza es una hermosa ventaja.

 

8) Tamaños flexibles de acuerdo a cada necesidad

Vivir en un departamento así definido en general no es algo que aplique sin más a la realidad. Cada persona es un caso aparte y para cada caso puede haber una diferente necesidad, diferentes apreciaciones, diferentes gustos, etc. Y es por eso que para cada persona puede que exista un departamento. ¿Familia con hijos? Departamentos de 3 habitaciones, semipisos de más habitaciones o pisos completos. ¿Persona soltera? Departamentos de 1 habitación con espacios funcionales o hasta monoambientes de espacios reducidos.

Lo que suele complicarse es conseguir ese departamento que se adecúe a las necesidades y posibilidades de cada caso. Es por eso que es ideal consultar por un departamento en las empresas desarrollistas, como por ejemplo Grupo Canter, ya que las mismas, además de permitir facilidades financieras, también permiten customizar las unidades de acuerdo a las preferencias de su futuro morador. Siempre y cuando, claro, el emprendimiento esté aún en su etapa de pozo.

 

9) Posibilidad de adquisición mediante financiación

Pistas de esta ventaja de un departamento se han dado en las ventajas previas. Pero cabe profundizar en la misma especificando que no siempre es el caso. De hecho, es mucho más común que se permita la financiación en departamentos a construir (en pozo), más que los terminados o en construcción.

Esto es así debido a que a las empresas que construirán los departamentos necesitan de capital para poder llevar a cabo las obras edilicias y por ello se trasladan facilidades para la adquisición de las futuras unidades, futuras unidades que siempre se adquieren, además, a un costo mucho menor que el valor real que tendrán una vez terminadas.

Generalmente suele darse el caso de que se ofrece una financiación consistente en una entre inicial sumado a cuotas mensuales. Los montos y plazos varían de constructora a constructora; y también en algunos casos se dá la posibilidad de pagar el departamento 100% en cuotas.

 

10) Espacios más pequeños = Menores impuestos

Que un departamento sea pequeño no implica sólo consecuencias acerca de la movilidad y los espacios dentro de los cuales una persona puede desenvolverse. Implica también, entre otras cosas, que los impuestos serán más baratos, ya que, por empezar, la cantidad de luz necesaria para iluminar los espacios será mucho menor que la necesaria en un inmueble de grandes tamaños.

Además, otro tipo de impuestos, como los impuestos municipales, son calculados de acuerdo al tamaño de los inmuebles, por lo que en el caso de los departamentos, el costo será bajo en comparación nuevamente con inmuebles de grandes tamaños.

Esto en principio (y a la hora de decidir la compra de un departamento) no suele ser tenido en cuenta, pero es una ventaja real y no menor a la carga mensual de gastos de una persona. Residir en un departamento, entonces, hace que la carga de impuestos y servicios sea barata.

 

11) Espacios más pequeños = Menor inversión en mobiliario

Derivado de los espacios pequeños, otro de los beneficios de vivir en un departamento se centra en el gasto económico de mobiliario necesario para poder habitarlo. Como los espacios son reducidos, la cantidad de muebles que son imprescindibles para poder habitar un departamento son muy pocos, resultando en una necesaria inversión más bien pequeña.

Y dando un paso más allá, de acuerdo a los estilos de decoración de interiores, si se lleva a cabo un diseño minimalista, la erogación de dinero puede llegar a ser realmente muy poca. Rebuscando maneras, se puede crear un estilo de vida diferente e interesante: Lograr mucho con muy poco.

 

Todas ellas, múltiples e interesantísimas ventajas.