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Este modelo de educación tiene muchos seguidores entre padres, profesores y educadores. Pero también es una manera de decorar la habitación infantil. Aplica las claves del método Montessori y, además de una habitación bonita, divertida, didáctica y segura, estarás ayudando a tu pequeño a ser más independiente.

La decoración según Montessori: las bases

Para decorar según Montessori, cada elemento de la habitación infantil debe responder a cinco conceptos: simplicidad, orden, autonomía, libertad y accesibilidad. La filosofía Montessori se basa en un modelo creado a finales del siglo XIX por la educadora y pedagoga italiana María Montessori. A partir de esta filosofía es posible decorar la habitación de los más pequeños para que el niño juegue, aprenda y viva en libertad, facilitándole elementos y materiales con los que pueda experimentar, dentro de unos límites establecidos según su edad.

Un ambiente que enseña al niño

La creatividad y el aprendizaje son fundamentales para el niño. Según el método Montessori la decoración debe potenciarlos con espacios atractivos y decorados solo con los muebles y complementos que llamen la atención del niño. Para María Montessori el ambiente le enseña al niño como un profesor, se relaciona con el ambiente y aprende. Todo en la habitación infantil Montessori está pensado para que facilite el desarrollo del niño y sus actividades.

¿Cómo es una habitación infantil Monstessori?

Ordenada, estética, real, sencilla y con los elementos necesarios para el desarrollo del niño. El orden es fundamental para que se pueda mover con seguridad y de manera relajada. Así que como primera premisa o clave para decorar una habitación infantil según el método Montessori es favorecer el orden. Pero ese orden hay que establecerlo con una lógica que ayude al niño a saber dónde se guarda cada tipo de juguete y que las soluciones estén a su alcance. Un mueble bajo con gavetas, cajas, cestas o cajones le facilita la tarea de búsqueda de juguetes y de recogida.

Colores neutros para decorar la habitación Montessori

Por lo general, los tonos suaves y neutros son los preferidos para decorar las habitaciones según el método Montessori, aunque si te gusta el color no tienes que renunciar a él aunque sí intentar incorporarlo en paletas suaves. Los tonos neutros resultan muy cálidos pero también la gama pastel de cualquier color. ¿Quieres saber cuáles son los mejores colores para decorar la habitación de tu hijo y qué efecto tiene cada uno en él? Clica aquí.

Muebles de almacenaje lógico

Ya hemos comentado que todas las soluciones que incorpores a la habitación infantil deben estar a la altura del niños para ayudarle a recoger y en su autonomía. Piensa en muebles abiertos organizados con cajas sin tapa o cajones que puedan abrir fácilmente. Olvídate de tiradores que no pueden coger o cajas con tapas tan encajadas que son imposibles de abrir casi para los adultos. Un mueble como el de la imagen, tipo contenedor compartimentado es perfecto porque puede organizar los jueguetes por tipología pero alcanzarlos o dejarlos sin tener que abrir ninguna puerta.

¿Armarios especiales para pequeños?

En cuanto a las tareas de guardar y organizar la ropa, también es positivo que el niño alcance él mismo las prendas. Pero puede que optar por un armario pequeño no te solucione el almacenaje que necesitas. ¿La solución? Puedes optar por instarlar algún armario para los zapatos y algunas prendas aunque guardes la mayoría en un armario empotrado o exento de tamaño convencional. También en estos es posible colocar la barra en la zona baja de manera que llegue el niño al abrir las puertas. En cualquier caso, una solución muy práctica es instalar perchas en la pared o detrás de la puerta, a su altura, en las que el pequeño pueda colgar su cazadora y la mochila cada día.

La cama a ras de suelo

Si hay un elemento que se convierte en el centro de la decoración en la habitación montessoriana es la cama. Lo ideal es que el colchón quede lo más pegado al suelo posible, sin altura ni vallas ni otros elementos que dificulten la entrada y salida del niño a la cama. Esto también favorece la autonomía del pequeño. Además, al encontrarse a ras de suelo, no tendrás miedo a las caídas.